Cerro Verde, Antamina y Cuajone consolidan a Perú como productor clave de molibdeno

El molibdeno está concentrado en países como China, Estados Unidos, Chile, Perú y México, los cuales en conjunto representan más del 80% de la oferta global.| Crédito: Antamina

El Perú se ha consolidado como uno de los principales productores de molibdeno en el mundo gracias a operaciones de gran envergadura como Cerro Verde, Antamina y Cuajone, que lo posicionan como un actor estratégico en el suministro de este metal, cada vez más demandado en la industria global.

El molibdeno se produce principalmente como subproducto en yacimientos de cobre tipo pórfido, y en este contexto Perú juega un rol muy relevante con minas como Cerro Verde, Antamina y Cuajone”, afirmó Leopoldo Gutiérrez, profesor titular del Departamento Ingeniería Metalúrgica de la Universidad Concepción (Chile) y conferencista del Foro TIS de Perumin 37, en entrevista con el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP).

El especialista recordó que la producción mundial de molibdeno está concentrada en un puñado de países —China, Estados Unidos, Chile, Perú y México— que en conjunto representan más del 80% de la oferta global. De ellos, Perú no solo destaca como potencia cuprífera, sino también como uno de los proveedores clave de este insumo crítico para aceros de alta resistencia, superaleaciones y aplicaciones energéticas.

De cara al 2030, se prevé que el consumo mundial de molibdeno crezca a un ritmo anual de entre 2% y 3%, impulsado por la transición hacia energías limpias, la electromovilidad y la construcción de infraestructura en Asia.

En ese escenario, apuntó Gutiérrez, el aporte de minas peruanas será decisivo para sostener la demanda global, aunque persisten retos asociados a la dependencia de la producción cuprífera, el aumento de exigencias ambientales y la necesidad de inversiones en exploración.

“El futuro del molibdeno está estrechamente ligado a la transición energética. Sin operaciones como las de Perú, el mercado tendría serias dificultades para responder al crecimiento de la demanda”, subrayó Gutiérrez, quien también es subdirector del Centro CRHIAM de Chile.

Con estas perspectivas, la consolidación de Cerro Verde, Antamina y Cuajone refuerza la importancia del Perú no solo como potencia minera, sino como un socio estratégico en la seguridad de suministro de un metal que será clave en la economía baja en carbono de la próxima década

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