Los altos precios de los metales están relegando a un segundo plano el descenso observado en la producción minera de Perú, de acuerdo con Fernando Cillóniz, miembro de la comisión organizadora de la trigésima versión de la convención minera Perumin.
La minería ha sacado provecho de los altos precios, lo que generó un récord en exportaciones de minerales para Perú el año pasado y altas cifras de utilidades para las compañías mineras.
No obstante, el país también registra un descenso sostenido en su producción de minerales, tema que debiera ser tratado, sostuvo Cillóniz durante una conferencia.
"Todo el mundo confunde los precios de los metales con un boom minero", indica. "Un boom minero debería reflejar un boom productivo".
En 2010, la producción de oro se redujo 11,2% a 5,25 millones de onzas y la de plata, 7,27% a 3,65 millones de kilogramos. Respecto de los metales básicos, la producción de plomo retrocedió 13,4% en el año, mientras que la de zinc disminuyó 2,8% y la de cobre cayó un 2,28%.
La caída en producción obedece a los excesivos requisitos exigidos en la obtención de permisos, y que han retrasado proyectos, y a una falta de liderazgo político para superar la oposición social a los proyectos, de acuerdo con Cillóniz.
El problema "no es falta de recursos, no es falta de reservas, es burocracia y falta de liderazgo político", explicó.
En los últimos años se han paralizado numerosos proyectos e inversiones por miles de millones de dólares por la oposición de lugareños. El último en ser cancelado fue la iniciativa de US$934 millones Tía María, que la compañía Southern Copper, de Estados Unidos planeaba desarrollar en la Región de Arequipa.
El Ministerio de Energía y Minas (MEM) rechazó el estudio de impacto ambiental del proyecto este mes por las persistentes y cada vez más violentas protestas en Islay, donde se localiza la iniciativa. La producción de cátodos de cobre de Tía María se proyectaba en 120.000 toneladas por año.
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