Después de 28 años de paralización total, el gobierno reactivó la planta metalúrgica Karachipampa, en Bolivia.
Para las autoridades de ese país, esto constituye el despegue de la industrialización de los recursos minerales bolivianos. En esta planta habrá una inversion inicial de US$50 millones para distintos procesos metalúrgicos modulares.
Se fundirán 50.000 toneladas de plata y plomo; más adelante se trabajará con otros minerales como estaño, antimonio, cobre y bismuto. Dentro de los planes, además, está el integrar a Karachipampa una planta de tratamiento de minerales de zinc.
Está proyectado que en 2013, la planta metalúrgica genere US$8 millones, y después esa cifra ascienda a US$20 millones anuales.
MPA
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