Brasil invertirá US$1.807 millones en la construcción de dos plantas que le permitirán realizar todo el proceso de enriquecimiento de uranio en su propio territorio. Con la sexta mayor reserva de uranio a nivel mundial (1,1 millones de toneladas), el país carioca cuenta hoy con dos generadores nucleares en operación en el estado de Río de Janeiro y planea la construcción de una nueva central y, posteriormente, cuatro adicionales.
Brasil extrae el uranio y lo envía a Canadá y a Francia para que sea convertido en gas, una parte vital en el proceso de enriquecimiento de uranio. Posteriormente, importa ese gas y realiza la etapa final de la fabricación de las cápsulas de combustible para sus plantas nucleares de generación de energía en su fábrica de enriquecimiento de uranio y para la que desarrolló reactores con tecnología propia.
Las dos nuevas plantas proyectadas le permitirán a Brasil transformar el mineral en gas directamente en su territorio y completar en un 100% el dominio y la autonomía en el proceso de desarrollo del combustible para sus generadores nucleares.
En este momento, el enriquecimiento de uranio en el país alcanza a satisfacer apenas un 14% de la demanda de la central nuclear Angra I. El nivel de producción que alcanzaría el país, al culminar el proyecto, sería tal que la producción de uranio enriquecido superaría la demanda interna y hay ya informaciones acerca de ofrecimientos de venta a Corea del Sur, China y Francia.
Las nuevas unidades cubrirán la totalidad de la demanda de las centrales en funcionamiento Angra I y Angra II, además de Angra III, que comenzará a operar en 2015, de acuerdo con la estatal Industrias Nucleares do Brasil.
MPA-Business News America