Productos como el carbón, el níquel y el oro son de gran atractivo para los inversionistas y, por supuesto, para las empresas mineras. Tanto es así que, que de acuerdo con un informe del Banco de la República (el banco central de Colombia) la inversión extranjera directa en ese país subió un 26,2% durante el primer semestre de 2012.
A la cabeza de dicha invesión estuvieron los hidrocarburos y la minería.
De acuerdo con ese informe, Colombia recibió US$9.328 millones entre enero y junio, en comparación con los US$ 7.390 millones que entraron en el mismo periodo en 2011.
Según datos de la Cámara Asomineros y de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), para el periodo comprendido entre 2010 y 2020 se proyectan inversiones en minería por US$24.000 millones.
En el sector del carbón se estiman US$12.500 millones para el año 2020, y para el oro se calcula una entrada de US$5.000 millones de dólares.
Uno de los puntos clave para que ese potencial minero se desarrolle de manera fluida, es la inversión en infraestructura, lo que podría hacer a ese país más competitivo y aún más atractivo para la inversión extranjera. Todavía la exportación de minerales se enfrenta a varias limitaciones que le restan dinámica al sector.
MPA
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