Encontrar mano de obra calificada para la minería se ha convertido en un verdadero reto para las empresas de la región. Sin embargo, hay otros sectores, como el petróleo, el gas, la energía y la infraestructura, que también enfrentan serias dificultades para conseguir gente capacitada.
Una de las razones fundamentales es que el sistema educativo de América Latina no va a la par con el crecimiento de las economías y de ciertos sectores productivos. No se están enseñando las destrezas técnicas necesarias y los idiomas que preparen a los estudiantes para un mercado laboral exigente.
Además, el otro problema es atraer la suficiente cantidad de egresados hacia el sector de la minería. Muchos prefieren irse al área de finanzas.
La escasez de mano calificada en algunos sectores ha llevado a un aumento sustancial de los salarios, pues las empresas se ven obligadas a competir por el talento disponible. Desde esta perspectiva, se ha vuelto más difícil para las empresas retener a sus mejores empleados.
La situación es de tal magnitud que un ingeniero recién egresado de una prestigiosa universidad en Chile, puede ganar un salario más alto que el de sus pares en Estados Unidos.
Por su parte, Chile se ha convertido en un polo de atracción para muchas compañías multinacionales y latinoamericanas que llevan a sus altos ejecutivos a se país.
La economía chilena es un poderoso imán por su rápido crecimiento, legislación clara y estable, alta calidad de vida y de seguridad pública, en comparación con otros países de la región.
Otros países que también están atrayendo empresas y altos ejecutivos son Brasil, Colombia y Perú. Esto se debe al tamaño de sus mercados, a la fuerte expansión de sus economías, y a su potencial de crecimiento.
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