Para el año 2017, es decir apenas dentro de un lustro, Estados Unidos superaría a Arabia Saudita y Rusia en la producción de petróleo, de acuerdo con el último informe de la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés), la respetada institución nacional que hace pronósticos sobre el desarrollo y evolución de las fuentes de energía mundiales.
A pesar de esta predicción, hay otros analistas que creen que Estados Unidos apenas se encuentra en la infancia de su boom petrolero, y no es posible garantizar el crecimiento que vaticina la IEA.
De acuerdo con su informe anual sobre perspectivas de la energía, publicado el pasado lunes 12 de noviembre, la IEA afirma que para el 2030 Norteamérica será autosuficiente en materia de petróleo. En razón de este cambio, el comercio del crudo se dirigiría a Asia.
Las predicciones de la IEA, además, tendrían un profundo impacto en el mercado mundial de las materias primas y en la geopolítica de la energía. Al respecto, los analistas se preguntan si, de suceder ese cambio en la producción petrolera mundial, Estados Unidos seguiría vigilando las rutas marítimas de abastecimiento del crudo y si se retira, sería entonces China el país que llenaría el vacío dejado por los estadounidenses.
Parte del incremento en la producción de Estados Unidos (etanol, por ejemplo) se debe a las medidas de eficiencia en el consumo de combustible en el transporte, expedidas por el gobierno de Barack Obama, las cuales están bajando de manera dramática la demanda. Esto conducirá a una caída en la importación de petróleo. De acuerdo con la IEA, pasará, en diez años, de diez barriles diarios, a sólo cuatro. Y por lo tanto, Norteamerica se convertiría en exportador neto de crudo para el año 2035.
MPA
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