Minera Vale a la expectativa de decisiones en Argentina

El 28 de febrero el gobierno argentino respondería a la empresa minera brasileña Vale sobre su pedido de exenciones de impuestos y tasas de cambio más favorables, para compensar la inflación galopante en Argentina, y de esta manera continuar con su proyecto de Potasio Río Colorado.

Vale es la productora más grande del mundo en mineral de hierro y la segunda más grande en producción de níquel. Esta empresa suspendió sus operaciones  el pasado mes de diciembre, con el argumento de que estaba analizando cambios fundamentales en la economía del proyecto.

Hay dudas sobre este proyecto que, de salir adelante, convertiría a Argentina en el mayor productor de potasa, la sal de potasio que forma parte, como el nitrógeno y el fósforo, de los componentes básicos para los fertilizantes.

Y las dudas se refieren con el deterioro del clíma económica de Argentina y una reducción de la inversión por parte de Vale, en razón de la baja de los precios del mineral de hierro, en los pasados meses de agosto y septiembre. Dichos precios tan tenido desde entonces alguna mejoría, pero muchos analistas esperan un promedio por lo bajo y alta volatilidad en los próximos años. El mineral de hierro es el responsable del 90% de las ganancias de Vale y fuente clave de dinero para nuevos proyectos mineros.

Hasta el momento, Vale ha invertido en el proyecto Río Colorado US$1.81 mil millones y al final del tercer trimestre de 2012, llevaba avanzados, en un 40%, la construcción del ferrocarril y del puerto, para llevar sus productos de la Provincia de Mendoza a la de Buenos Aíres.

El futuro de Potasio Río Colorado será el tema fundamental en la reunión que sostengan, en la Patagonia, a principios del mes de marzo,  la presidente de Argentina Cristina Fernandez, y su homóloga de Brasil, Dilma Rousseff.

Se espera que el proyecto arranque en forma en 2014, con una capacidad inicial de 2.4 millones de toneladas al año, una cantidad que se podría amplia a 4.3 millones. Fuente financieras dijeron que las operaciones podrían tener un retraso de hasta tres años.

MPA