Si todo se realiza de acuerdo a lo planeado, esta semana los 33 mineros chilenos verán de nuevo la luz del día
Tras taladrar 625 metros, el sábado pasado la T-130 llegó al taller en el que los mineros tuvieron contacto con la punta de la broca, abriendo paso al entubado de los primeros 96 metros del ducto y posibilitando el posterior izamiento de los 33 mineros atrapados. Tras el revestimiento del hoyo sigue la instalación de la grúa que bajará e izará la cápsula Fénix con los mineros abordo.
Tres planes
Las autoridades chilenas no ahorraron esfuerzos para definir e implementar planes para rescatar a los mineros. Iniciaron tres excavaciones diferentes con tres equipos de especificaciones diversas, buscando asegurarse de que por un lado u otro fuera posible realizar con éxito el rescate de la manera más pronta y segura posible. Las máquinas usadas terminaron siendo conocidas según el nombre del plan que preveía su utilización.
La australiana Raise Borer Strata 950, conocida como Plan A, comenzó a trabajar el 30 de agosto; realizó inicialmente un agujero de menor diámetro que le sirve de guía y que está siendo ensanchado para llegar a los 66 centímetros definitivos. Debía perforar 702 metros pero ya fue detenida debido a que llevaba el mayor retraso.
La estadounidense Schramm T-130, o Plan B, comenzó a trabajar el 5 de septiembre; utilizó un agujero realizado previamente por una sonda, para ensancharlo y alcanzar el diámetro definitivo de 70 centímetros. Su perforación fue de 632 metros, de los que 96 están siendo revestidos y el resto permanecerá en roca viva para la extracción del personal atrapado.
La canadiense RIG-421, conocida como la “petrolera” o el Plan C, comenzó a trabajar el 19 de septiembre; usa un cabezal de tres piezas que comenzó haciendo el agujero en su ancho definitivo (70 centímetros) pero debió ser reducido debido a la dureza de la roca. Continúa taladrando aún, como plan alternativo de último recurso.
La salida
Ahora, tras la euforia inicial del momento sigue la implementación del plan definido por las autoridades chilenas, en el que se prevé que un socorrista y un paramédico de la Armada serán descendidos a la mina a través de la cápsula Fénix para coordinar desde allí las operaciones. Los mineros serán divididos en tres grupos, uno con los 4 ó 6 miembros más hábiles, luego uno de 10 con problemas de salud y, finalmente, otro conformado por los más fuertes.
La cápsula de rescate Fénix, construida por Astilleros y Maestranza de la Armada de Chile atendiendo las necesidades específicas de la mina, tiene 4 metros de altura y cuenta con provisión de oxígeno, equipos de iluminación, comunicación y médicos, incluyendo los cinturones biométricos similares a los usados por la NASA para medir los signos vitales de los astronautas.
Una grúa de 400 toneladas de la empresa distribuidora Burger será la encargada de introducir y extraer la cápsula. La salida de cada minero, que irá en posición vertical y sujeto con un arnés, puede tardar, según los últimos cálculos de las autoridades, alrededor de 20 minutos.
MPA
* Para ver el mensaje de apoyo que la Asociación Alemana de Fabricantes de Equipos de Minería (VDMA) ofrece a los mineros atrapados haga click aquí.