El Ministerio del Trabajo de Colombia puso a consideración de Sintracarbón y la minera Cerrejón un documento guía para el reinicio de las conversaciones durante la huelga que inició el pasado 31 de agosto.
La organización sindical explicó que propuso ligeros cambios para abordar dos temas centrales. Por un lado, la negociación propiamente dicha, relativa al pliego de peticiones y por otro lado, el diálogo técnico, indispensable para el desmonte del que han llamado “turno de la muerte”.
Sintracarbón opina que las conversaciones deben hacerse de manera presencial, tomando las medidas de bioseguridad. “En cuanto al “turno de la muerte”, la posición del sindicato es un no contundente a su imposición”, posición que se sustentará en mesas técnicas paralelas a la negociación colectiva.
Por su parte, Cerrejón considera que una vez abiertos los espacios de diálogo, empresa y sindicato deben continuar la negociación directa y recomenda que las reuniones se hagan de manera virtual.
Sobre las mesas técnicas sobre el cambio de turno, propuestas anteriormente por la empresa, sostiene que “fueron aceptadas para facilitar su implementación, pero no para aplazarlo o suspenderlo, dado que el turno no hace parte de la negociación y es necesario para la supervivencia de la empresa”, aseguró Cerrejón
Sintracarbón no acepta que las mesas técnicas solo sean para facilitar la implementación del nuevo turno y no para modificarlo.
Desde Cerrejón se indicó que el proceso de negociación de la Convención Colectiva se puede reanudar siempre y cuando se acepte que tanto el pliego de peticiones presentado por el sindicato, como la denuncia presentada por la empresa, sean tenidos en cuenta.
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Consecuencia de la huelga
La huelga de los trabajadores del sindicato Sintracarbón, que comenzó el 31 de agosto, representa pérdidas importantes para Cerrejón y en general para la industria minera en Colombia, sostiene Claudia Bejarano, presidenta de la empresa.
De acuerdo con la minera, la huelga deja sin salario a más de 10.000 personas vinculadas a la empresa y pérdidas de 7.000 millones de pesos (USD 1.8 millones) en conceptos de impuestos, regalías, salarios, beneficios, compras locales, servicios de proveedores, entre otras muchas partidas.
Además, el precio por tonelada ha estado en promedio en el año por debajo de USD 40, un precio que no se veía desde 2004, mientras el mercado es cada vez más reducido. "Esta situación, sumada a la crisis agudizada por la pandemia, nos llevó en el primer semestre de 2020 a tener el volumen más bajo de exportaciones de los últimos 18 años y pérdidas de más de 368.000 millones de pesos (USD 100.6 millones)".
Las expectativas para 2020 estaban en algo más de 26 millones de toneladas de exportación, "pero con la crisis económica mundial provocada por el covid-19, se ajustó dicha meta a alrededor de 20 millones de toneladas y ahora, con la huelga, no cabe duda de que esas metas no se van a poder alcanzar”, señaló Bejarano.
Fuente: La República y El Heraldo.
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