Los programas de gestión de recursos de empresas como SAP ahora se adaptan a las particularidades de sectores industriales como el de la minería.
Por Walter Duer, Buenos Aires
La minera Paitití, que explota oro en Bolivia, utiliza un sistema de gestión para coordinar su operación. La empresa es controlada por la canadiense Orvana Minerals Corp.
¿Una compañía minera debe adquirir el mismo software de gestión que usa un banco o un supermercado? No necesariamente. La tendencia marca que llegó la hora de la verticalización y que las grandes empresas desarrolladoras de programas informáticos están generando alternativas específicas para los diferentes segmentos. Puntualmente, en el caso minero, los dos más grandes proveedores de ERP (Enterprise Resource Planning), software de planeamiento de recursos empresariales, Oracle y SAP, tienen versiones "adaptadas" para el segmento, que se han construido con base en experiencias previas de implementaciones en compañías del sector y a mejores prácticas del mercado. Un software de gestión corporativo permite automatizar e integrar las operaciones de finanzas, distribución, administración, logística, ventas, compras y recursos humanos, entre otras áreas.
Manos a la obra
La mejor manera de comprender cómo funcionan ciertas cosas es, casi siempre, a través de los testimonios. Desde 2003, la boliviana Paitití –a través de la mina Don Mario–, se dedica a la explotación y producción comercial de oro en sus 53.900 hectáreas de extensión con 245 trabajadores. Al poco tiempo de funcionamiento, se hizo evidente la necesidad de contar con un sistema de gestión que les permitiera coordinar la información y los grandes volúmenes de metales preciosos que se transan diariamente en el comercio mundial. La decisión recayó sobre la solución de SAP. Gustavo Pavone, encargado de finanzas de Minera Paitití, explica que "antes, para requerir un reporte al personal de la mina, el proceso podía tardar de dos a tres días, ahora es prácticamente inmediato". Por otra parte, la solución les permite, según el propio Pavone, "tener la seguridad de que estamos llevando una buena gestión en el tratamiento de desechos y producir con un menor costo". Sobre este último punto, Pavone agrega que "antes no había integración, por lo que no podíamos interrelacionar los datos. Así era difícil la confiabilidad, considerando que teníamos gente trabajando en la mina y otro grupo en las oficinas centrales".
Según datos aportados por la compañía, que pertenece a la canadiense Orvana Minerals Corp., los principales beneficios se aprecian en el proceso de control en línea, donde los inventarios han disminuido en un 16%. "En mayo gastábamos US$3,5 millones, ahora redujimos a US$3 millones, pues el software nos entrega información sobre la cantidad de consumo real y nos permite reducir el capital inmovilizado por stock innecesario de acuerdo a los datos en línea sobre demanda y consumo", concluye Pavone.