El ministro de Minas y Energía de Brasil, Eduardo Braga, señaló que está concentrado en enviar el nuevo código minero a la Cámara de Diputados para que pueda ser sometido a votación para fines de mayo o principios de junio.
El código, una de las políticas emblemáticas de la presidenta Dilma Rousseff con miras a modernizar el que ya tiene 49 años, no ha conseguido apoyo de la industria y su votación se postergó para este año después de más de cuatro años en carpeta.
La minería representa cerca del 4% del PIB de Brasil y su contribución se incrementa a 8,2% al considerar el potencial que se genera a través de la transformación de minerales en otros productos, como fertilizantes y vidrio.
La férrea oposición al proyecto legislativo de parte de sindicatos y ONG, la situación política más general del país y los debilitados incentivos financieros han sido factores cruciales que impiden que el Congreso apruebe el proyecto minero, dijo a BNamericas James Lockhart-Smith, titular en Latinoamérica de la consultora internacional de riesgo Maplecroft.
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