La empresa alemana informó que como alternativa a la venta de sus acerías en Brasil y EU.UU. también está considerando concretar nuevas alianzas para ayudar a contrarrestar la menor demanda y los mayores gastos de producción.
"La revisión se realizará con una mentalidad abierta", dijo el portavoz de la compañía, Stefan Ettwig. "Mientras tanto, no comentaremos públicamente posibles planes, socios o compradores o sobre los respectivos rumores", agregó.
La compañía optó por analizar opciones en todo ámbito para las plantas de la división Steel Americas en Brasil y EE.UU. Las unidades tendrían un valor contable total de US$9.000 millones.
La estrategia de Steel Americas se basó en dos premisas básicas: producir desbastes de bajo costo en la planta ThyssenKrupp CSA en Brasil a ser enviados con ventajas económicas a la planta procesadora en EE.UU.
Sin embargo, las tasas de crecimiento dispares en estos lugares están poniendo en duda la estrategia, ya que la economía estadounidense no está mostrando "un impulso importante", mientras que los costos de producción en Brasil están subiendo "en forma desproporcionada".
"Seguimos creyendo que las plantas serán líderes en sus respectivos mercados en términos de tecnología y costos de conversión. Sin embargo, desde que se diseñaron los planes para el proyecto, los parámetros económicos tanto en Brasil como en EE.UU. han cambiado respecto de nuestros supuestos originales", sostuvo el presidente ejecutivo del directorio de la firma, Heinrich Hiesinger.
En Brasil, la firma alemana tiene una participación de 73,1% en la planta ThyssenKrupp CSA, mientras que el productor local de mineral de hierro Vale posee el resto.
MPA