Tras el rechazo de una solicitud para aumentar su producción de litio en Chile, Albemarle lanzó una agresiva campaña de lobby destacando la importancia del componente clave para baterías en la economía local.
La Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN), que supervisa las ventas y envíos de litio del país, rechazó en setiembre la petición de Albemarle para subir la cuota de producción de litio, lo que frena sus planes de expansión a largo plazo.
Si bien el presidente ejecutivo de Albemarle, Luke Kissam, enfatizó en una conferencia telefónica con inversionistas que el rechazo de la CCHEN "no es un gran problema". En un reciente reunión entre Lenny-Pessagno, quien asumió en octubre la jefatura de Albemarle en Chile, y el director interino de la CCHEN, Mauricio Lichtemberg, se dejo en claro el impacto que la decisión tuvo entre los trabajadores e inversionistas de Albemarle, según la minuta de la reunión.
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La ejecutiva destacó en la reunión "la importancia de Albemarle en Chile desde el punto de vista de inversiones, fuente de trabajo directo y para los contratistas".
Además, afirmó que la compañía también tiene nuevas inversiones en Australia, y que este año superó a Chile como el principal productor mundial de litio. Un día antes de la reunión, la firma anunció un acuerdo por US$1.150 millones para formar una empresa conjunta de litio con Mineral Resources de Australia. De concretarse el acuerdo, la asociación produciría más litio del que Albemarle tiene autorizado para vender desde Chile.
En la reunión, Lichtemberg de la CCHEN reiteró a Lenny-Pessagno los mismos puntos contenidos en la resolución de rechazo, según el acta. Es decir, en la solicitud la compañía no había proporcionado los detalles solicitados sobre la nueva tecnología que triplicaría la producción de litio en el chileno Salar de Atacama sin usar más agua.
Fuente: Reuters