Brasil flexibilizó las normas sobre las exportaciones de litio en un intento de consolidarse como proveedor mundial y aprovechar la creciente demanda del metal utilizado en las baterías de los vehículos eléctricos.
El ministro de Minas y Energía, Adolfo Sachsida, dijo el jueves a Reuters que se espera que la medida desplace las inversiones en litio de Europa del Este y países asiáticos hacia Brasil, calificando a su país de "refugio seguro".
Sus declaraciones a Reuters se produjeron un día después de que el gobierno emitiera una orden ejecutiva diciendo que las exportaciones de litio de Brasil ya no necesitaban ser aprobadas por el comité de energía nuclear del Ministerio de Ciencia y Tecnología.
"Eso aumenta la seguridad jurídica y la previsibilidad [para las empresas] al tiempo que reduce la burocracia", dijo Sachsida.
Brasil solo tiene una pequeña industria de vehículos eléctricos y no dispone de instalaciones para procesar el metal de modo que pueda utilizarse para las baterías. Las exportaciones se consideran la mejor esperanza para el incipiente sector del litio en el país.
El litio es una materia prima importante para la producción de baterías. Un volumen menor se utiliza también en los reactores nucleares, lo que constituía la base de las anteriores normas de exportación de Brasil.
El servicio geológico estatal local, SGB, dijo que la orden solucionaba problemas derivados de la regulación establecida en la década de 1970, cuando el país comenzó a explorar la energía nuclear.
La empresa canadiense Sigma Lithium, que va a empezar a producir el metal en el país sudamericano a finales de este año, dijo que la medida de abandonar una "regulación anacrónica" impulsaría los esfuerzos de Brasil para convertirse en una fuerza mundial en el sector.
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Modo de expansión
Brasil quiere ampliar la producción de litio, especialmente en el valle de Jequitinhonha, en Minas Gerais, según el Gobierno, que espera invertir más de 15.000 millones de reales (USD 2.810 millones) hasta 2030.
Los datos proporcionados por la SGB muestran que el país representa actualmente alrededor del 1,5% de la producción mundial de litio, con sólo dos empresas mineras brasileñas que operan allí: CBL y AMG Brasil.
Sin embargo, espera que esa cuota alcance el 5% en los próximos diez años.
La producción de Brasil seguiría siendo inferior a la de Australia y Chile, los dos mayores productores de litio del mundo, que produjeron 55.000 t y 26.000 t, respectivamente, el año pasado, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.
Sus reservas de litio también se ven reducidas por el tamaño de los depósitos de litio de Australia, Chile, China y Estados Unidos.
Aun así, la codirectora ejecutiva de Sigma, Ana Cabral-Gardner, es optimista y espera que la unidad brasileña empiece a producir a finales de año.
"Brasil estará en una posición inmejorable para abastecer a Norteamérica y Europa, la llamada cadena atlántica, donde están los consumidores finales de vehículos eléctricos", dijo a Reuters.
Sigma, que tiene 28 concesiones para explorar el litio en Brasil, pretende producir 37.000 toneladas hasta diciembre, si la construcción se mantiene en el plazo previsto. Esa producción está destinada a la empresa surcoreana de baterías LG Energy Solution, que firmó un acuerdo de suministro con Sigma en octubre pasado.
Argentina y Bolivia, que cuentan con enormes reservas de litio en depósitos de salmuera en las montañas, han anunciado sus propios planes para aumentar la producción de este metal, aunque se han enfrentado a dificultades.
Fuente: Reuters