Según un estudio realizado por la Universidad Bernardo O´Higgins, que generó proyecciones a partir de datos de industria y de una prospección en la comuna de Penco, en la Región de Bíobío, Chile podría convertirse en el primer productor de tierras raras de Latinoamérica al explotar los yacimientos de este mineral gracias a su vasta experiencia en la industria minera, disputando el lugar que hoy ocupa Brasil.
De acuerdo con el economista y académico de la UBO, Tomás Flores, “según los datos que estudiamos, la puesta en marcha de esta primera inversión, por un monto aproximado de USD 150 millones, puede tener un efecto multiplicador en el PIB por USD 300 millones, creando aproximadamente 400 puestos de trabajo, con un peak de 600 incluso durante la construcción. Estas cifras son sustancialmente mayores a las de proyectos de inversión de similar envergadura e implican además reducir la dependencia de otros productos de exportación”.
Además, el análisis realizado por expertos de la UBO arrojó también el efecto multiplicador en el empleo de esta iniciativa, utilizando el coeficiente estimado para la minería, concluyendo que se crearían aproximadamente 2200 puestos de trabajo directos e indirectos. Asimismo, podría contribuir al desarrollo de tecnologías más limpias y sostenibles.
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Junto con los efectos económicos, la investigación destacó el menor impacto ambiental de explotar estos depósitos, tratándose de una verdadera “cosecha circular de minerales” donde se trabaja con arcillas icónicas, un escenario muy distinto a la roca donde habría que usar explosivos y chancado. Así, se evita el polvo en suspensión y además el 95% del agua utilizada se recicla. Así, se trata de un proceso no contaminante que, además, podría replicarse en otras industrias.
Actualmente, los países con mayor producción son China, Estados Unidos y Australia, selecto grupo al cual podría ingresar Chile. Si bien las tierras raras no son tan populares como el cobre y el litio, juegan un rol clave en la industria tecnológica y de la electromovilidad, lo cual plantea positivas perspectivas de desarrollo.
“Chile además se encuentra en una posición privilegiada pues cuenta con vasta experiencia minera. De hecho, en 2021, Chile produjo alrededor del 23% del litio a nivel mundial, lo que lo convierte en el segundo productor más grande después de Australia”, puntualizó Flores.
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