Crédito: Brazil Potash Corp.
Una empresa de propiedad canadiense ha propuesto duplicar la producción planificada de potasa de un depósito en el Amazonas de Brasil para reducir la dependencia de la potencia agrícola de las importaciones de fertilizantes interrumpidas por la guerra de Ucrania.
Brazil Potash Corp dijo el martes que sus ejecutivos se reunieron con la ministra de Agricultura de Brasil, Tereza Cristina Dias, en Ottawa y discutieron aumentar de 2,44 millones de toneladas a más de 5 millones de toneladas por año la producción de su proyecto Autazes.
Eso podría cubrir casi la mitad de la necesidad de potasa de Brasil, un fertilizante clave. Sin embargo, la compañía dijo que tomaría al menos tres años entrar en funcionamiento una vez que se haya obtenido la licencia.
El propietario de Brazil Potash, el banco de inversión Forbes & Manhattan, cuyo presidente Stan Bharti se reunió con Dias el domingo, ha estado tratando de desarrollar el depósito de Autazes durante más de cinco años, pero el proyecto se ha visto frenado por preocupaciones ambientales.
Los fiscales recomendaron en 2016 suspender la licencia para desarrollar Autazes porque no se había consultado a la tribu indígena Mura, en violación de la constitución de Brasil.
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Brasil depende de las importaciones para el 95% de su potasa y es un importante comprador de los principales proveedores Canadá, Rusia y Bielorrusia. El año pasado, Brasil importó unos 10 millones de toneladas.
Alrededor del 30% del suministro mundial de potasa se ha retirado del mercado debido a la incapacidad de los productores rusos y bielorrusos para exportar.
“Nuestra opinión es que las sanciones impuestas a Rusia y Bielorrusia no serán de corta duración”, dijo Brazil Potash en un comunicado enviado a Reuters .
A medida que los precios de la potasa se triplicaron el año pasado y se profundizaron los riesgos geopolíticos que amenazan los suministros de Europa del Este, ha crecido el interés en Brasil por el proyecto Autazes.
El presidente derechista de Brasil, Jair Bolsonaro, ha dicho que Brasil necesita explotar el depósito pronto y ha presionado por una ley que permitiría la minería en las reservas indígenas.
La compañía dice que la mina tendría un impacto ambiental menor. La sal separada de la potasa en una planta de procesamiento de superficie se devolvería bajo tierra, según los planes.
A los Mura les preocupa que contamine los ríos y ahuyente a la caza y los peces de los que dependen.
Fuente: Reuters
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