Luego que México anunció por primera vez una licitación petrolera piloto para una fracción de los recursos no convencionales, se vuelve apremiante la necesidad de incrementar la infraestructura por lo menos de Tamaulipas, consideró el centro de análisis de la Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos, Pulso Energético.
Si el estado de Tamaulipas —donde se concentran las mayores cuencas de shale del país— busca replicar el éxito de Texas, donde se pasó de perforar ocho pozos en el 2008 a 4,200 en el 2012, pronto se hará notar las carencias en México, en materia de carreteras, ductos y puertos.
De acuerdo con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), hay varios proyectos que están en desarrollo para atender la creciente actividad de la industria. Recientemente se inauguró una nueva línea férrea que conecta Texas con Tamaulipas y, a la par, se reforzaron corredores carreteros para mejorar la conectividad del estado: México-Laredo con ramal a Piedras Negras; Mazatlán-Matamoros; Manzanillo-Tampico y el Veracruz-Monterrey.
Sin embargo, hay proyectos que aún no se concluyen por falta de financiamiento público, por lo que el futuro de este tipo de proyectos estará basado en las asociaciones público-privadas para llevarlos a cabo, explicó Carlos Bussey, director general de desarrollo carretero de la SCT.
En materia de puertos, está en desarrollo la ampliación del dragado del puerto de Matamoros para permitir que embarcaciones más grandes puedan atracar. A la par, en Tampico y Altamira están en marcha proyectos para ampliar el dragado y la instalación de nuevas terminales de hidrocarburos.
El tercer gran problema de infraestructura está en la disponibilidad de ductos para el transporte de los hidrocarburos. Debido al crecimiento acelerado en la oferta de gas natural de distintos yacimientos de Texas, los ductos disponibles para transporte y los sistemas de almacenamiento de gas natural se saturaron rápidamente.
El Centro Nacional de Control de Gas Natural tiene en mente mejorar la interconexión con la red de ductos que transportan la producción diaria de hidrocarburos. Por un lado, contratos de reserva de capacidad firmes por periodos de más de un año de duración. También buscará desarrollar proyectos de almacenamiento de gas natural en yacimientos ya agotados para tener reservas estratégicas que permitan responder ante una eventualidad de corte en el suministro.
Pero un conflicto con el que se enfrenta el centro es la regularización de los derechos de vía porque hoy 75% de estos están bajo la coordinación de Petróleos Mexicanos.
Fuente: El Economista
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