El Tribunal Ambiental de Antofagasta ordenó a cuprífera Caserones, de Lumina Copper, detener preventivamente su planta concentradora para el reemplazo de una tubería. Esta medida se da luego del cierre temporal del ducto, debido a una rotura que originó el derrame de desechos mineros al río Ramadillas.
Tras el derrame ocurrido el 20 de marzo, se realizó una inspección y la Superintendencia del Medio Ambiente constató la falla, afirmando que los hechos podían generar un daño ambiental y a las personas, por lo que ordenó el cierre temporal de la línea, lo que fue avalado por la corte.
Ahora, con el cierre de la concentradora que será por 15 días hábiles se permitirá realizar los trabajos de reparación de forma completamente segura. "En la medida que se vaya evidenciando el desarrollo seguro de las tareas de reparación, se evaluará el reinicio de la Concentradora", dijo la firma en un comunicado.
Mientras la medida sea efectiva, la empresa operará con líneas secundarias hasta finalizar los trabajos -que se realizarán bajo condiciones geográficas extremas y de operatividad complejas- en la línea principal en cumplimiento con lo requerido por la autoridad.
"El resto de las instalaciones productivas de Caserones, así como los procesos de lixiviación, continuarán operando con normalidad", afirmó.
La compañía que produjo 122.800 toneladas de cobre el año pasado es propiedad de Lumina Copper, una empresa conjunta entre las compañías japonesas Pan Pacific Copper y Mitsui & Co. Empezó a operar en el 2014 y ha debido enfrentar una serie de desafíos ambientales y de producción.
Fuente: El Economista y BNamericas
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