En la mina Warris Creek, cerca de la ciudad de Tamworth, a 420 km de Sidney en Australia, se presentó un desafío que podría convertirse en un verdadero dolor de cabeza para cualquier empresa minera: la presencia de artefactos aborígenes milenarios en medio de yacimientos de minerales. ¿Cómo explotar la mina sin afectar lo que ya se ha considerado patrimonio de la humanidad?
Los equipos de mano de Atlas Copco fueron la clave para encontrar una exitosa solución.
La explotación a cielo abierto se encuentra en un área que se extiende sobre 1.500 hectáreas de terrenos muy accidentados. Ya en los años 20 fueron descubiertos dentro de la mina artefactos de los aborígenes australianos. También se identificaron como artefactos de los aborígenes, encontrados en nuevas localizaciones sobre una colina, trozos de roca con grabados. Cinco de ellos fueron vinculados con las formaciones de mineral de la colina y cuatro yacían sueltas sobre el suelo.
Debajo de esta colina se encontraba una gran cantidad de carbón, el cual quería ser explotado. A Atlas Copco se le pidió que encontrara una forma de evitar que los artefactos sufrieran daños y después depositarlos en un lugar seguro hasta que el área volviera a estar restaurada.
El acceso al área, perteneciente a la lista de lugares patrimonio de la humanidad, el cual es por lo general inadmisible, debía evitar un posible conflicto cultural. Las negociaciones se preveían difíciles, pero al final se llegó a un acuerdo entre la dirección de la mina, un equipo de arqueólogos creado especialmente para este proyecto y cuatro representantes de los aborígenes australianos. La licencia para llevar a cabo este proyecto se concedió bajo controles muy estrictos. Tanto un grupo de arqueólogos como una de las tribus de aborígenes más antiguas supervisaron todo el trabajo para así estar seguros de que se cumplían tanto los requisitos religiosos como culturales que se habían establecido.
Los artefactos fueron retirados primeramente en el caso de que se tuviera que utilizar agua a muy alta presión para así quitar el raigambre y el subsuelo. En un paso posterior el equipo sacó el suelo por entre de las rocas, las cuales estaban unidas debido a las formaciones que entre ellas se habían formado con el paso de los años. Las rocas rotas debieron sacarse de tal forma que las grietas naturales de la roca no se vieran demasiado sometidas y rompieran, lo cual hubiera supuesto una catástrofe tanto a nivel histórico como cultural.
Después de descubrirse que la roca estaba lo suficientemente profunda, el equipo necesitó una serie de taladros con un diámetro de 48 mm a lo largo de una línea, los cuales se encargaron de que las máquinas de fraccionar realizaran una rotura limpia. Después de la disociación los taladros se esfumaban a través de la roca y en ese punto los especialistas introducían la barra elevadora de 50 mm de hierro reforzado. También se utilizaron barras extensoras en la barrena LCD 15 con una corona de 48x450 mm, para así poder taladrar los 1,4 m de ancho de la roca.
En cuanto las barras de elevación fueron colocadas, una grúa elevó la roca sobre un camión con una cama de astillas de piedra, para así no dañar el trozo de roca durante el transporte.
Las condiciones de trabajo fueron duras: Temperaturas de hasta 45 ºC, sin sombra y con una probabilidad muy alta de hacer amistad con una de las enormes serpientes venenosas que por allí habitan. Debido a esto, las acciones de voladura en la mina a cielo abierto marcaban la necesidad de abandonar la zona una hora antes de la misma. El retorno se establecía dos horas después de la voladura.
Los equipos hidráulicos de mano utilizados fueron efectivos y ofrecieron una productividad insuperable en la realización de la tarea que se les había encomendado. “Mi primera declaración, la cual hice frente al responsable de la mina a cielo abierto en la reunión preliminar que tuvimos, sigue todavía en vigor”, comenta Danny Mitchell, responsable del área NSW de Atlas Copco Construction Tools. “El hecho de que algo no se haya hecho anteriormente no significa que es imposible. Solamente porque algo no se hubiera hecho anteriormente. Posible-mente improbable pero hasta que uno no abandona el camino, todo es posible”.
MPA
Los equipos
La empresa de construcción encargada, Mopieka Holdings Pty. tomó la decisión de utilizar los equipos de Atlas Copco. La Centralita hidraúlica LP 18 Twin PE permitió el accionamiento de las siguientes máquinas:
- Perforadora de corona LCD 15 para barrenos y la confección de las trayectorias de tensión.
- Bomba de agua LWP 2 para el bombeo de agua desde una pila en un depósito sobre un remolque.
- Sierra LS 16 para cortar las trayectorias de tensión y para la separación de pequeños trozos de roca.
- Barrena de roca LH23M como reserva para el caso en el que apareciera agua.