Chile busca que su riqueza minera sea una verdadera base de desarrollo
Chile es sin lugar a dudas la potencia minera de América Latina y es una economía modelo en muchos aspectos.
Pero al mismo tiempo es el modelo clásico de una discusión que se escucha con frecuencia en el mundo de los economistas: que los países ricos en recursos naturales tal vez están condenados a depender siempre de estos recursos y a no desarrollar otros sectores económicos que tal vez generan mayor bienestar a la población en general.
Chile quiere demostrar que eso no es necesariamente cierto. Según un análisis del Centro de Estudios del Cobre y la Minería (Cesco), Chile puede aprovechar su enorme riqueza minera para dar un salto de desarrollo de gran alcance. De hecho el país ya lo ha estado haciendo.
Potencial e impacto
La importancia de la minería en Chile no se puede ocultar. Según el estudio, Chile es el principal productor de cobre del mundo. Y también es el principal productor de otros minerales como nitratos naturales, yodo, litio y renio. Y es el cuarto productor de plata del mundo.
Y el impacto de la minería en la economía es enorme. De hecho cerca del 60% de las exportaciones totales del país son de cobre y el valor en 2010 llegó a los US$40.000 millones. Y el impacto sobre el crecimiento de la economía también es evidente. Según Cesco, en los últimos 20 años las regiones mineras de Chile tuvieron un crecimiento de hasta 2 puntos porcentuales más por año frente a las regiones agrícolas o industriales del país.
Pero no es solo crecimiento económico. Chile tuvo avances notables en el bienestar de sus habitantes en los últimos años. Según el PNUD de Naciones Unidas, el Índice de Desarrollo Humano (IDH), que mide variables como educación, salud, además del ingreso, mejoró notoriamente entre 1994 y 2003.
Sin embargo, dice Cesco que en Chile todavía se formula la pregunta de si es posible el desarrollo a partir de los recursos naturales. La respuesta de Cesco en su estudio es afirmativa. Es más, para Chile esa es la opción porque es un país muy rico en recursos mineros. El aprovechamiento de los recursos mineros es el camino obvio para el desarrollo de un país como Chile.
Además, dice Cesco, hay dos razones adicionales: La primera es que Chile ya tiene una base construida para explotación y producción de recursos mineros y un conocimiento adquirido. La segunda razón es que existen condiciones excepcionales para aprovechar la minería y estas condiciones solo se presentan cada 100 años.
Y el momento es especialmente favorable por el auge en los precios de los metales. Este auge es el resultado de una especie de nuevo orden económico global en el que los países emergentes están creciendo de forma acelerada liderados por las economías asiáticas.
Mientras la participación de los países desarrollados en la economía global decaerá en los próximos años desde el 40% actual al 30% en 2016, la participación de los países emergentes pasará del 30% al 40% entre 2011 y 2016.
Este cambio hará que se dispare la demanda de metales como el cobre por el rápido crecimiento de la urbanización en países como China, por el aumento del ingreso per cápita y en general por el desarrollo tecnológico derivado de la industrialización de los países emergentes.
Según Cesco, para que Chile aproveche este momento histórico debe tratar de aprender de los esfuerzos realizados por otros países mineros como Canadá, Australia y países nórdicos en los que el auge de recursos naturales se ha aprovechado gracias a factores como la fuerte vinculación entre los sectores públicos y los privados, la consistencia en los objetivos estratégicos nacionales y una eficiente capacidad en investigación y desarrollo y generación de nuevas empresas.
Dice el estudio de Cesco que un país como Chile debería utilizar su riqueza minera para desarrollar otras industrias como las de biotecnología, nanotecnología y la de tecnologías de información y comunicación. Tres industrias que podrían ser grandes generadoras de riqueza en el futuro.
MPA