K+S Minerals and Agriculture, un importante productor de sal, acudió a Tomra Sorting Mining en busca de una solución que sustituyese el sistema de clasificación con el que disponía en su mina de sal de roca de Grasleben, en Baja Sajonia, Alemania. Ambas compañías llevan mucho tiempo colaborando en sus actividades de I+D, centradas en explorar la aplicación de las tecnologías Tomra a la clasificación de sal.
K+S Minerals and Agriculture opera en un sector en auge. Según el informe "Tamaño global del mercado de la sal durante el periodo 2019-2025", de Statista, la empresa de datos de mercado e información sobre los consumidores, el mercado global de la sal tenía en 2019 un valor de unos 28 000 millones de dólares, y se prevé que, para el año 2025, supere los 32 000. El crecimiento del sector está impulsado por la demanda de sal procedente de la industria de fabricación de productos químicos, sobre todo la de producción de productos químicos cloroalcalinos.
Los retos de la clasificación de la sal de roca en la mina de Grasleben
En la mina de Grasleben, la sal de roca se extrae de un depósito subterráneo de alta calidad que se extiende por dos länder distintos. Esta sal se convierte en una amplia gama de productos, desde fundente químico para el mantenimiento invernal de carreteras a sal de mesa apta para el consumo alimentario y piedras de sal para ganado y animales domésticos. Para K+S es primordial lograr una gran pureza certificada y garantizada que cumpla los exigentes estándares del sector alimentario.
Mathilde Robben, directora de Grandes Cuentas de Tomra Sorting Mining"La clasificación de sal de roca es un proceso complejo y exigente debido a sus propiedades cristalinas. Por ello, se producen grandes fluctuaciones en la apariencia del material", explica Sven Raabe, Mecánico del Departamento técnico de K+S Minerals and Agriculture.
Tomra aconsejó utilizar la tecnología de clasificación por COLOR: "con una configuración personalizada de las fuentes de luz, se pueden detectar las diferencias en la transparencia de las distintas partículas, hecho que asegura una alta calidad de la sal de roca", explica Mathilde Robben, Directora de Grandes Cuentas de Tomra Sorting Mining.
El equipo de Tomra también aconsejó instalar la clasificadora en la mina subterránea, de forma que se simplifique el proceso: "Tras una fase inicial de clasificación subterránea, solo la sal de roca triturada se somete a una nueva trituración y un nuevo cribado en superficie. Solo es necesario transportar el producto valorizable, y el resultado final es sal de roca de alta calidad de distintos tamaños de grano, cuestión ideal para esta aplicación. Además, los desechos pueden dejarse bajo tierra, hecho que evita su almacenamiento y emisiones en superficie", aclara Mathilde.
Éxito de las pruebas en el Centro de Pruebas y Demostraciones de Tomra
Antes de la compra, Tomra realizó una demostración de la solución propuesta en el Centro de Pruebas y Demostraciones que tiene en Wedel. Sven Raabe asistió a la prueba junto a Florian Lieske, Stephan Meiberg y Sven Lindner, miembros del equipo técnico de K+S.
La clasificadora se transportó a la mina de Grasleben.Ver la tecnología en acción resultó decisivo. Según Sven Raabe: "Las pruebas se prepararon muy bien. El equipo del centro se adaptó enseguida a nuestro producto. También nos convenció la sencillez con la que se adaptaba el programa a las distintas características del material”.
Un factor muy importante a la hora de decidirnos por la solución de Tomra fue sin duda el resultado tan positivo de las pruebas. Vimos cómo empleando la luz transmitida por el sistema el equipo lograba una separación más eficiente. Este sistema cuenta además con la ventaja añadida es que nos permite reaccionar con rapidez y de forma específica a situaciones cambiantes durante el proceso lo que a la larga hace posible preservar los recursos. Asimismo, su facilidad de uso también fue decisiva para convencernos. Esperamos que el sistema nos permita ser más eficientes.".
Puntualidad en el proceso del pedido e instalación, a pesar del COVID-19
Tras la experiencia tan positiva vivida en el Centro de Pruebas y Demostraciones y los resultados logrados en las pruebas, K+S tramitó el pedido de la solución de Tomra, con previsión de que la instalación estuviese terminada en septiembre de 2020. La negociación se llevó a cabo mediante videoconferencia debido a las restricciones de viaje y el confinamiento establecidos por el covid-19. El pedido se incluyó en el plan de producción de Tomra y las pruebas de aceptación de fábrica se realizaron el 23 de septiembre. La clasificadora se transportó a la mina de Grasleben, donde se instaló bajo tierra el día 30 de septiembre, finalizando la instalación en el plazo acordado.
"Esta es la primera solución que suministramos para clasificación subterránea. Este hecho plantea retos concretos debido a las dimensiones y limitaciones de peso del pozo minero", concluye Mathilde Robben. "En este proyecto también tuvimos que superar las dificultades planteadas por la pandemia de la covid-19. Estoy encantada de haber podido satisfacer las necesidades de K+S y haber finalizado el proyecto en el plazo acordado".