Una ruptura del codo de una válvula en la mina Antamina, ubicada en la región peruana de Ancash, provocó una fuga de 45 toneladas de concentrados de cobre que fueron contenidas casi en su totalidad gracias a un pozo de contingencia. Sin embargo, tres toneladas de la sustancia fueron esparcidas alrededor de la estación de control y cerca de 200 trabajadores tuvieron que detener su avance hacia el río Fortaleza, que es una importante fuente de agua para varias comunidades.
El concentrado derramado tenía un muy alto nivel de toxicidad, incluyendo arsénico, sulfuro de hierro y sílice cristalina. De acuerdo con la minera, alrededor de 210 personas debieron recibir tratamiento médico, de las que 42 fueron hospitalizadas y luego dadas de alta.
La Oficina de Fiscalización del Medio Ambiente y la Agencia Supervisora de Minería han iniciado investigaciones tomando muestras de sangre y pruebas de orina a los pobladores afectados, que sufrieron irritaciones de la piel y las mucosas, dolores de cabeza, náusea y vómito. Las agencias del gobierno adelantan, adicionalmente, análisis de suelos, de pastos y del agua con el fin de determinar el impacto del derrame y así establecer la responsabilidad y las posibles sanciones que serían impuestas a la empresa.
La Compañía Minera Antamina S.A., que opera su mina Antamina a 4.300 metros sobre el nivel del mar y es controlada por las firmas BHP Billiton Ltd, Xstrata, Teck Cominco Ltd. y Mitsubishi Corp., ha invertido más de US$3.000 millones en la expansión del proyecto. El año pasado produjo 333.700 toneladas de cobre, equivalentes al 28% de la producción local, además de 235.400 toneladas de zinc, correspondientes al 2,5% de la producción total de Perú.
MPA