Las bombas para lodo para servicio pesado BLM convierten la gestión del lodo de perforación consumido en un trabajo limpio.
En EE.UU se producen alrededor de 1,2 barriles de desechos de perforación por cada pie de profundidad de pozo perforado.
Los perforadores, ya sea en el sector petrolero, de gas natural o agua, usan una arcilla de bentonita que contiene fluidos para lubricar las brocas de perforación a medida que cortan pozos a través del suelo, la arena y las rocas. Se bombea el lubricante en el pozo y a medida que se realiza la perforación, se hace circular el lodo usado (“consumido”) fuera del pozo a un tanque de depósito, sótano o fosa de reserva abierta en las proximidades del pozo.
Los contenidos del lodo de perforación consumido dependen de la formación que se perfora, el tipo de perforación que se realiza y los compuestos usados en el pozo. No obstante, suele constar de agua de perforación, aceite mineral o diésel, agua de escurrimiento y de tormentas acumulada, arcilla de bentonita, agentes de compensación y otras sustancias químicas, más recortes del pozo, como piedra pulverizada, arena, sedimentos, coral y otras sustancias arenosas.
El lodo de perforación consumido es un fango pesado que suele quedar en las fosas de reserva para reutilización de emergencia o para que se asiente y se seque. Después de la evaporación, se encapsulan los sólidos dentro de revestimientos sintéticos en las fosas de reserva o se transportan para tratamiento, eliminación o reciclado.
Según el Instituto Americano del Petróleo, se producen alrededor de 1,2 barriles de desechos de perforación por cada pie de profundidad de pozo perforado; el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos estima que en 2008 se produjeron alrededor de 402 millones de barriles de desechos de perforación. El tamaño de las fosas de reserva puede variar de un tanque pequeño a más de medio acre con 15.000 o más barriles de lodo consumido. Bajo condiciones extremadamente severas, debe bombearse el lodo de perforación usado hacia adentro y hacia afuera de las fosas de reserva.
La solución
Hasta hace poco tiempo, los operadores de plataformas de perforación solían usar bombas sumergibles de aguas residuales, construidas en hierro fundido, para movilizar el lodo de perforación consumido a y de las fosas de reserva, pero con índices de falla muy altos. Debido al peso y el alto contenido de sólidos del lodo, las bombas solían quedar vacías o contra descargas cerradas. Se rompían los ejes y los pernos del rotor, se aflojaban los pasadores del rotor y fallaban los sellos.
En todo Estados Unidos, incluso en muchos de los yacimientos de gas de Oklahoma y el norte de Texas, los operadores y las empresas de alquiler de equipos de perforación reemplazaron sus bombas por bombas de lodo sumergibles para servicio pesado KZN de BJM Pumps. Como se trata de bombas de descarga superior, las KZN son más flexibles en condiciones de bajo nivel de fluido. También tienen agitadores para regresar los sólidos asentados al lodo a fin de que el bombeo sea eficaz.
Como los componentes clave de las KZN, incluidos el rotor, la placa de desgaste y el agitador, están hechos de hierro de alto cromo para resistir la abrasión y los cojinetes son resistentes y de mayor tamaño, estas bombas se desempeñan mejor y duran mucho más que sus predecesoras de aguas residuales estándar en el riguroso entorno de un campo petrolífero. El sitio de Oklahoma que se muestra usa una bomba KZN55 de 7,5 caballos de fuerza. Funcionó de manera confiable durante 24 horas al día, siete días a la semana durante más de un mes a la vez, incluso cuando se quedaba vacía con regularidad. De aproximadamente 80 bombas que BJM vendió a través de su distribuidor en Oklahoma en 2007, muy pocas tuvieron problemas; la mayoría solo necesitaron cambios de cables de alimentación, desgastados por el movimiento constante de las bombas de una ubicación a otra.
MPA