Al finalizar 2012 Cerro Vanguardia, la minera más grande de la provincia de Santa Cruz, habría desembolsado US$220 millones en compras, tanto de insumos, bienes de capital como de contratación de servicios: US$ 30 millones para compras provenientes del exterior, y US$ 190 millones para las hechas en el mercado doméstico.
Algo similar sucedió con Barrick, la mayor productora de oro, que tiene en Argentina la mina Veladero en funcionamiento y se encuentra construyendo Pascua Lama –proyecto binacional con Chile–, ambas en la provincia de San Juan. El año pasado, un 85,6 % de las compras y servicios de Barrick se hicieron a empresas argentinas. Este año, por un valor de US$ 219,43 millones reemplazó las compras externas por contrataciones a los proveedores locales.
Resoluciones gubernamentales establecen que las empresas titulares de proyectos mineros deberán darle prioridad, para la exportación de minerales o sus derivados industriales, a la contratación de flete nacional marítimo. Otra resolución dispone la sustitución de importaciones de bienes, repuestos, insumos y servicios para la minería.
Al impacto de la minería en la economía local, también se le agregan los aportes provenientes de impuestos. Así, por cada US$ 100 que genera una mina, alrededor de $US 52 –más de la mitad–se quedan en las arcas del gobierno nacional, provincial y municipal.
MPA
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