Debido a la fuerte sequía, la mina Los Bronces, de Anglo American, ha comenzando a revivir un viejo anhelo. Se trata de la construcción de una planta desaladora, idea que hace una década estuvo sobre la mesa de la compañía y que fue desechada en su momento por el alto nivel de inversión.
La planta desaladora implica el potencial desembolso de más de US$ 400 millones para una planta que construiría en la zona de Ventanas y que produciría agua tanto para la operación del yacimiento, como también para consumo humano, lo que le daría viabilidad social a la iniciativa.
Con esto, la compañía se uniría a Escondida, Los Pelambres y Codelco, empresas que realizarán importantes inversiones para construir o ampliar sus plantas desaladoras y asegurar el recurso para el proceso productivo del cobre.
Se calcula que el sector utiliza cerca del 3% del agua fresca que existe en el país, al encontrarse en zonas donde esta es escasa, la industria ha optado por nuevas alternativas a sus fuentes hídricas tradicionales. Esto, unido a que, de acuerdo a información entregada por la Comisión Chilena del Cobre, se espera un fuerte aumento para la próxima década en el consumo de agua total, pero la mitad provendría del mar. La entidad proyecta que el consumo de este recurso aumentaría de 4,7 m3/seg, a 10,8 m3/seg.
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Los Bronces
Actualmente, se evalúa la necesidad de iniciar los estudios de ingeniería básica del proyecto. Dentro de esa evaluación también se debería incluir el modelo de negocios, el que podría ser similar al usado por Codelco, empresa que llamó a licitación para la construcción y operación de una planta desaladora para el distrito norte.
Los Bronces necesita 30 millones de metros cúbicos de agua para su operación, de los cuales hoy un sexto de ello está siendo abastecido gracias al convenio de venta de agua que selló con Codelco y que comenzó a operar hace algunos meses. Esta medida es parte del plan que lanzó Anglo American unos meses atrás, donde anunció que utilizará solo agua residual y dejará de usar agua fresca en sus operaciones en el país, y tiene como meta reducir en 50% su extracción al año 2030 en zonas de escasez hídrica.
Pero pese a la necesidad del recurso, las fuentes consultadas recalcan que el plan tiene una mirada de muy largo plazo. De hecho, indican, no existe en los planes que la compañía se trazó para los próximos cinco años.
Fuente: Pulso