Gold Fields anunció oficialmente el comienzo de su operación en Salares Norte, en la región de Atacama, al producir con éxito su primer metal doré (oro-plata). Con esta acción, la compañía eleva el estatus de Chile como uno de los principales productores de oro de Sudamérica.
Este hito significa un logro muy importante para la compañía minera, tal como lo destaca desde Sudáfrica el CEO, Mike Fraser: “Haber construido una mina a 4500 metros sobre el nivel del mar, en medio de crudos inviernos y bajo temperaturas de hasta -20 grados centígrados, en medio de una pandemia mundial, es una proeza increíble”.
En su primer año, el proyecto emplazado a 180 kilómetros de la ciudad de Diego de Almagro y a 330 kilómetros de Copiapó, contempla la producción de 250 000 onzas con una estimación de incremento para el segundo año de 580 000.
Una buena noticia para la región de Atacama y Chile, ya que con la entrada en operación de Salares Norte aumentará su producción de oro en un 40%, posicionándose dentro de los principales productores de este metal en la región. Además, es el primer proyecto greenfield en Chile en más de una década y permitirá generar 900 empleos permanentes durante su operación, aportar USD 800 millones en impuestos directos e indirectos a lo largo de su vida útil y USD 320 millones anuales en vinculaciones productivas.
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En esa línea y fiel al propósito de Gold Fields de crear valor perdurable más allá de la minería, desde el inicio de la construcción el equipo comenzó un proceso de relacionamiento temprano con los habitantes de la provincia de Chañaral, firmando 175 convenios con proveedores locales, más de 31 acuerdos de colaboración con comunidades indígenas, 25 convenios con establecimientos educacionales y la capacitación de más de 700 estudiantes a través de su programa de formación minera.
En cuanto a la innovación y el cuidado del medio ambiente, otro de los ejes de trabajo de la compañía, Salares Norte cuenta con importantes avances. En materia de telecomunicaciones, cuenta con un centro de monitoreo remoto que, vía satélite, permitirá que la supervisión del funcionamiento de la mina se realice desde Santiago. Además, cuenta con tecnología de relaves filtrados, que permiten eliminar el dique de relaves y optimizar el uso del agua, asegurando mayor estabilidad y seguridad ambiental.
Por último, Salares Norte considera en su diseño una planta fotovoltaica de última generación, la que fue aprobada durante 2023 por unanimidad por el Servicio de Evaluación Ambiental de la Región de Atacama. Esta instalación, una vez operativa, permitirá reducir la huella de carbono de la operación en más de 10 000 toneladas de CO2 anuales, que equivale a sacar de circulación a 3000 automóviles.
Con lo anterior, Gold Fields avanza en sus metas corporativas globales de descarbonización, que buscan reducir en un 30% las emisiones al 2030 y en su totalidad al 2050, en línea con el compromiso de la compañía con el medioambiente.
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