La reducción de la producción en toneladas, y la fluctuación de los precios internacionales generan menores resultados en dólares, en comparación con el tercer trimestre de 2022. El Instituto Brasileño de Minería (IBRAM) destacó riesgos en el entorno empresarial de las empresas mineras.
Los ingresos estimados del sector minero cayeron casi un 29% en el tercer trimestre, en comparación con el mismo período del año pasado: pasaron de R$ 75 800 millones (USD 15 000 millones aproximadamente) a R$ 53 900 millones (USD 11 000 millones). En el segundo trimestre de 2023, los ingresos fueron mayores: R$ 65 300 millones (USD 13 000 millones), lo que representa una reducción del 17.5%. El sector minero viene acumulando caídas de ingresos, principalmente desde el 3er trimestre de 2021. El dato de ingresos del tercer trimestre de 2023 es estimado, ya que el sitio web de divulgación de datos de valor operativo de la ANM (Agencia Nacional de Minería) se encuentra fuera del aire, desde hace algún tiempo.
Las exportaciones totales de minerales también cayeron en el tercer trimestre respecto al mismo período de 2022: 4.5% en dólares; pero creció 3.5% respecto al segundo trimestre de este año. En términos de toneladas, hubo un aumento en ambas comparaciones: 3.3% y 10.2%, respectivamente. El principal producto exportado, el mineral de hierro, aumentó en precio un 5.5% y en toneladas un 11.4% en el tercer trimestre respecto al segundo trimestre; sin embargo, mostró una caída del 3.2% (en dólares) y un aumento del 3.4% en toneladas, respecto al mismo periodo del año pasado.
La creación de empleo sigue aumentando en el sector minero. En agosto de este año, la industria minera contaba con 208 800 trabajadores empleados directamente. En agosto de 2021 fueron 198 000; en agosto de 2022 había 203 400 trabajadores; en enero de 2023 eran 201 000.
El desempeño de la industria minera fue presentado el 18 de octubre por el Instituto Brasileño de Minería (IBRAM). Para el Instituto, los resultados del tercer trimestre reflejan variaciones en la producción en toneladas y fluctuaciones en los precios internacionales de los minerales. Además de la importante caída de los ingresos, los costos para las empresas mineras siguen aumentando, recuerda el director general del IBRAM, Raúl Jungmann, que presentó los datos en una entrevista de prensa.
Lee también ► Brasil: Horizonte apuesta por Araguaia a pesar del aumento de costos del 35%
Se trata de costos relacionados con la creación de tasas por parte de municipios y estados, cobrados a las empresas mineras, en montos significativos, con el pretexto de promover acciones de fiscalización. Los valores se arbitran sin ningún análisis de la capacidad de las mineras para absorber los honorarios. Según el IBRAM, la recaudación de estos cargos puede alcanzar R$ 6300 millones (USD 1260 millones aproximadamente) por año, acercándose al valor recaudado del CFEM (regalía del sector minero).
“Este es un tema muy grave porque daña la competitividad de las empresas mineras brasileñas frente a los competidores internacionales, inhibe nuevas inversiones, genera inseguridad e imprevisibilidad en la gestión de las empresas. Esta situación afecta el desempeño del sector y se refleja automáticamente en la recaudación de impuestos y cargas y también puede afectar la balanza comercial brasileña”, afirmó Jungmann
En el tercer trimestre, la encuesta del IBRAM muestra que el sector vio reducirse un 30% su recaudación de impuestos y tasas, así como sus ingresos: pasaron de R$ 26 000 millones (USD 5200 millones) en el tercer trimestre de 2022 a R$ 18 300 millones (USD 3662 millones) en el tercer trimestre de 2023. Esta cuenta incluye CFEM. Esta recaudación específica cayó un 23%, de R$ 2000 millones a R$ 1500 millones (USD 300 millones), en comparación con el mismo período del año pasado. Estos valores habían sido superiores en el segundo trimestre de 2023: impuestos totales de R$ 22 500 millones (más de USD 4500 millones) y CFEM de R$ 1900 millones (USD 380 millones).
Además de las recientes medidas de recaudación de fondos en el sector minero, la huelga de la Agencia Nacional de Minería (ANM) y la frágil situación en la que se encuentra la agencia en términos de personal, equipos y presupuesto alimentan un escenario negativo para el desarrollo de la minería. “Las empresas mineras necesitan confiar en el agente regulador y supervisor para que actúe de acuerdo con su realidad y perspectivas, pero hace mucho tiempo que esto no es así, ya que la ANM tiene sus recursos presupuestales restringidos”, dijo Jungmann, recordando que los municipios donde la minería es relevante para la economía local y regional se han quejado de la falta de transferencia de valores del CFEM.
Minerales críticos para la transición energética
Según el director del IBRAM, la minería vive la perspectiva de ampliar la oferta de minerales considerados críticos para la transición energética, es decir, insumos para el desarrollo de nuevas tecnologías y equipos destinados a ampliar las fuentes de energía renovables, con el fin de promover la descarbonización de la economía. El propio Gobierno federal, recordó Jungmann, considera la minería como un sector estratégico para la transición hacia una economía baja en carbono, “pero si Brasil no elimina todas estas restricciones que impiden el desarrollo del sector minero, e incluso estimulan la investigación geológica a nivel mundial”. A mayor escala, la minería brasileña perderá la oportunidad de liderar la oferta de esos minerales a nivel global”, afirmó.
Inversiones
El sector minero invertirá USD 50 000 millones en Brasil hasta 2027, de los cuales USD 6500 millones se destinarán a proyectos socioambientales; alrededor de USD 17 000 millones en mineral de hierro; USD 5200 millones en minerales fertilizantes; y alrededor de 5000 millones de dólares en bauxita.
Fuente: Fator