Inversión a Plena Marcha

Uno de los mejores indicadores de desempeño que un sector económico puede tener es el flujo de inversión extranjera directa. En el sector minero latinoamericano este indicador ha sido simplemente sobresaliente. En 2007, América Latina recibió una cantidad de inversión extranjera que tal vez la región no había visto en toda su historia. Fueron en total US$106.000 millones en inversiones de empresas extranjeras en todos los sectores de la economía. Y la minería fue la estrella. Los flujos de inversión extranjera hacia el sector minero superaron a casi todos los sectores en 2007 y los crecimientos fueron de dos dígitos en casi todos los países.

Esta es una muestra no sólo de que el negocio de la minería es muy atractivo por el escenario de precios favorables que existe hoy, sino porque hay confianza en América Latina. Con algunas excepciones, los inversionistas están mostrando que creen en los ambientes de negocios de los países y en su estabilidad que es lo que al final garantiza que se decidan a invertir los miles de millones de dólares que están destinando a América Latina.

Pero no es sólo el último año. La inversión extranjera en la región ha crecido en los últimos años a tasas muy importantes. En 2007, el crecimiento fue de 46%, pero, de acuerdo con cifras de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), desde 2003 hasta 2006, el promedio anual de flujo de inversión extranjera fue de US$72.000 millones.

Lo más interesante es que el auge parece que se mantiene. De acuerdo con estimaciones de expertos consultados durante nuestra reciente visita a Expomin en Chile, en los próximos cinco o seis años, las inversiones planeadas para el sector minero van a superar los US$80.000 millones sólo en siete de los países de la región. Ver artículo de la página 22.

Otro tema interesante en esta edición que usted tiene en sus manos se refiere al liderazgo que está asumiendo República Dominicana en materia de energías alternativas. Esta isla caribeña se ha dedicado en los últimos años a atraer inversiones para producir energía con tecnología solar, con el viento y a desarrollar biocombustibles con productos agropecuarios y deshechos de los complejos hoteleros. Aunque este país sea más conocido por el merengue y la bachata ahora está dando de qué hablar, justo cuando el mundo enfrenta una crisis energética.

Jaime Mejía Editor en jefe

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