Ayer inició, en el sur de Perú, el paro indefinido contra el proyecto minero Tía María, propiedad de Southern Cooper. La marcha fue convocada por la población del Valle de Tambo, en la provincia de Islay (Arequipa).
La construcción del proyecto de cobre Tía María, de US$1.400 millones, fue aprobada la semana pasada (el 9 de julio) tras cumplir con los requisitos que las normas establecen.
Southern Cooper reiteró en una carta que no iniciaría la construcción del proyecto sin antes generar, en coordinación con el Ejecutivo, espacios de diálogo en los que se absuelvan las inquietudes.
Por su parte, los líderes de las comunidades rechazan el diálogo, “queremos la presencia del presidente (Martín) Vizcarra con la anulación del proyecto", dijo a Luis Cornejo, alcalde de Cocachacra, en torno a la licencia de construcción de Tía María.
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La semana pasada al menos 400 policías fueron transportados a la zona para controlar posibles brotes de violencia.
El primer ministro, Salvador del Solar, afirmó el lunes que el Gobierno está abierto al diálogo con los líderes políticos de Arequipa para resolver dudas de la población que teme la futura operación minera contamine sus fuentes de agua y sus tierras.
"Los pedidos de diálogo han sido enviados al alcalde provincial de Islay y de todos los distritos de esta provincia. No hemos recibido respuesta todavía", dijo a la radio local RPP.
Tía María asegurará crecimiento del PBI
Solo si recibe la licencia social, Tía María cortaría el riesgo a la baja de la producción nacional (PBI), que terminaría creciendo 3.4% en el 2019, sostuvo el gerente de Estudios Económicos del Banco Central de Reservas (BCR), Adrián Armas.
Cuando se inicie la construcción de las obras civiles del proyecto minero en Arequipa, se sentirá su impacto en la economía peruana; debido a que ello generará miles de empleos, y demandará servicios y productos diversos.
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Solo entonces, según Armas, Tía María sería un factor al alza en la proyección del BCR sobre el comportamiento de la economía peruana.
El Dato
Southern Copper, del Grupo México, busca ejecutar este proyecto desde inicios de la década y en el transcurso del tiempo se ha comprometido a construir incluso una planta de desalinización para no usar agua de la zona.
Perú es el segundo mayor productor mundial de cobre y el sector minero representa el 60% de sus exportaciones.
Fuente: Reuters y El Comercio