El canciller alemán, Olaf Scholz, espera que su viaje a América Latina ayude a Alemania a asegurarse suministros adicionales del litio que gigantes del automóvil como Mercedes-Benz Group AG y Volkswagen necesitan para las baterías de sus vehículos eléctricos.
Chile es el segundo proveedor mundial de litio, después de Australia, y gran parte de su producción es absorbida actualmente por China. Scholz, que se reunió con el presidente chileno Gabriel Boric el domingo (29 de enero) en Santiago, quiere una mayor cuota para la mayor economía de Europa, según personas familiarizadas con los planes.
Parte de la estrategia de Alemania para que Chile se sume a la iniciativa consiste en que una mayor parte del proceso de producción se realice a nivel local y en ayudar a que la extracción y el procesamiento sean menos perjudiciales para el medio ambiente, dijeron las personas, que pidieron no ser identificadas porque las conversaciones son privadas.
El Gobierno alemán tratará de hacer una oferta a Chile que sea más atractiva que el acuerdo que tienen con los chinos, dijo una de las personas.
Transición verde
Las principales naciones desarrolladas, como Alemania, compiten ferozmente por unos recursos cada vez más escasos, y el acceso a los metales y las tierras raras es crucial para la transición hacia economías más limpias y avanzadas tecnológicamente.
En la carrera mundial por muchas de estas materias primas, China se ha convertido en el proveedor o procesador dominante, lo que ha suscitado advertencias sobre la excesiva influencia del gobierno de Pekín.
Estas advertencias resuenan especialmente en Alemania, que en las últimas décadas ha dependido en gran medida de las importaciones de combustibles fósiles rusos. Desde la invasión de Ucrania por Vladimir Putin, el gobierno de Scholz se ha apresurado a diversificar los proveedores de los materiales que necesita para mantener su economía en funcionamiento.
El sábado, Alemania y Argentina firmaron en Buenos Aires un memorando de entendimiento destinado a garantizar el acceso de Berlín a los ricos recursos de litio del país. Tras una reunión con el presidente argentino, Alberto Fernández, Scholz se pronunció en contra de una política "que sólo sirve a los intereses del país que quiere procesar las materias primas para sí mismo".
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Durante su visita a la capital chilena, Santiago, Scholz enviará un mensaje similar. Alemania está dispuesta a entrar en el negocio del litio con América Latina en un intento de independizarse de China.
Solo dos empresas producen litio en Chile: la estadounidense Albemarle y la local SQM, en la que la china Tianqi Lithium tiene una participación superior al 20%. Ambas fabrican principalmente carbonato de litio, que se destina en más de un 90% a Asia.
Tanto SQM como Albemarle extraen grandes cantidades de salmuera del subsuelo de un salar del desierto septentrional de Chile y la almacenan en gigantescos estanques de evaporación durante un año o más. El concentrado resultante se convierte en carbonato e hidróxido de litio en plantas cercanas y se envía a los fabricantes de baterías chinos y coreanos.
Tan sencillo como rentable, el proceso utiliza mucha menos agua dulce, productos químicos y energía que la minería de roca dura. Pero la técnica de evaporación solar significa que se extraen miles de millones de litros de salmuera que luego se vaporizan en uno de los lugares más áridos de la Tierra, lo que, según algunos, supone una amenaza para la fauna salvaje.
Se está presionando para pasar a un proceso de extracción más selectivo o directo. Tanto SQM como Albemarle están investigando este tipo de técnicas, relativamente poco probadas comercialmente.
Aunque Chile y Australia concentran la mayor parte del suministro mundial de litio, China posee más de la mitad de la capacidad total de refinado para fabricar productos químicos especializados para baterías.
El dominio del país asiático en cuanto a capacidad de refinado y fabricación del material suscita cada vez más preocupación, ya que la dependencia de China se considera ahora una vulnerabilidad en medio de las tensiones comerciales y políticas que están provocando un replanteamiento de las líneas de suministro mundiales.
China es el lugar menos caro para procesar el litio debido a los menores costos de construcción y a una amplia base de ingeniería química procesada a la que recurrir. Construir capacidad de refinado en Australia y Estados Unidos cuesta el doble, mientras que Sudamérica se sitúa en un punto intermedio. Tanto SQM como Albemarle tienen activos de procesamiento en China.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, predijo el año pasado que materias primas como el litio y las tierras raras pronto serán más importantes que el petróleo y el gas.
Según sus previsiones, solo en la UE la demanda de tierras raras, que se utilizan en motores eléctricos, turbinas eólicas y aparatos electrónicos portátiles, se habrá quintuplicado de aquí a 2030.
Fuente: Bloomberg