Altos Hornos de México (AHMSA) citó a sus trabajadores para que comiencen a laborar en las plantas 1 y 2 de la siderúrgica tras la reconexión de energía eléctrica, esto con la finalidad de dar mantenimiento y encender los equipos de cara a la posibilidad de arrancar nuevamente con la producción.
Desde marzo pasado, la Planta 2 de la siderúrgica detuvo sus operaciones al no contar con suministro eléctrico, mismo que le fue suspendido al no saldar su deuda de 178 millones de pesos (USD 10 millones al cambio actual) con la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
“Aproximadamente 80 por ciento de la siderúrgica ya cuenta con electricidad y la CFE trabaja en la reconexión de las zonas que aún faltan. Los recibos de electricidad se han pagado paulatinamente”, comentó Ismael Leija Escalante, secretario general del Sindicato Nacional Democrático de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Conexos.
Lee también ► Reforma minera debilitaría potencial de México en transición energética
El pago a CFE, correspondiente a dos bimestres, se habría efectuado con el capital de Argentem Creek Partners, que compró la siderúrgica e inyectará USD 200 millones, de los cuales, AHMSA solo ha recibido USD 50 millones y el resto lo tendrá en las próximas semanas.
La deuda de la acerera, comandada por Eugene Irving Davis, tras la renuncia de Alonso Ancira el pasado abril, deriva del impago de dos facturas bimestrales emitidas por la paraestatal, que suman una deuda por 178 millones de pesos.
AHMSA paga también a Pemex
Asimismo, el líder sindical confirmó que el adeudo de al menos 400 millones de pesos (USD 22.5 millones aproximadamente) que tenía AHMSA con Petróleos Mexicanos (Pemex) y por el cual le cortó el suministro de gas, ha sido saldado.
“Ahora también Pemex debe suministrar gas natural para que la operación se vaya reactivando paulatinamente. Cada vez se está más cerca de la reactivación productiva en la siderúrgica”, aseguró Leija Escalante.
En este sentido, expuso que los trabajadores están listos para reiniciar labores de manera adecuada tan pronto se normalice la producción de acero.
Fuente: El Economista