Jérsica Cantanhede, operadora de almacén en la sala de control de São Luís, Brasil./ Crédito: Vale.
La inteligencia artificial, los sistemas informáticos, el GPS y los radares forman parte de la rutina de más de 300 empleados de Vale en Brasil que se benefician de la operación autónoma.
Esta tecnología comenzó a ser utilizada hace cuatro años y ha reducido significativamente los riesgos a los que están expuestos los empleados en el área operativa, además de proporcionar más estabilidad a la operación y generar ganancias de eficiencia.
Con la puesta en marcha del patio de acopio autónomo de la Terminal de Ilha Guaíba, en Mangaratiba (estado de Río de Janeiro), Brasil, que tuvo lugar la semana pasada, Vale alcanzó la marca de 72 equipos autónomos en operación en cuatro estados brasileños.
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La empresa entregó en enero pasado la 18ª máquina de acopio en la Terminal Marítima de Ponta da Madeira, en São Luís (estado de Maranhão), y en febrero la 11ª máquina de perforación en Itabira, en el estado de Minas Gerais. Los autónomos también están presentes en las operaciones de Carajás, en el estado de Pará, y de Brucutu, en Minas Gerais. Un total de 24 camiones de arrastre, 18 equipos de perforación y 30 máquinas de patio de almacenamiento están operando en el modo autónomo.
Además de las ganancias de seguridad y eficiencia, que son comunes a todos los equipos autónomos, también hay beneficios de sostenibilidad en el caso de los equipos móviles, como los camiones de arrastre y las máquinas de perforación, debido a la reducción del consumo de combustible y el aumento de la vida útil de los componentes.
Vale también opera equipos de perforación y palas autónomas en sus minas subterráneas en Canadá y un patio autónomo en Malasia.
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