La constructora estadounidense Vulcan Materials rechazó el lunes lo que considera la «expropiación ilegal» de sus inversiones en México y dijo que sigue abierta a una solución negociada con el Gobierno mexicano.
La compañía ha estado involucrada en un conflicto de años con México después de que funcionarios ordenaron detener la extracción de piedra caliza en la unidad minera de Vulcan en el estado costero de Quintana Roo en 2022, alegando daños ambientales por parte de la empresa, que niega las acusaciones.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, afirmó la semana pasada que el yacimiento no había sido expropiado, sino clausurado, y que permanecería cerrado al menos hasta que deje el cargo en octubre.
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En un comunicado el lunes, Vulcan describió la suspensión de sus operaciones como «autoritaria» y dijo que no podía producir o vender materiales «debido a las acciones arbitrarias del Gobierno de México con el fin de obligarnos a renunciar a nuestras importantes inversiones en la región».
El año pasado, López Obrador expuso sus planes de ofrecer 6500 millones de pesos mexicanos (cerca de USD 390 millones al cambio actual) para comprar el terreno donde opera Vulcan Materials y resolver la disputa, pero dijo que la empresa no quería vender el terreno.
"La verdad es que en ningún momento hemos recibido una “oferta generosa” para comprar nuestra propiedad", dijo Vulcan el lunes.
La empresa comentó que se les dio un avalúo informal, sin firmas y sin detalles, "que subvalora sustancialmente nuestros activos, incluyendo las reservas de piedra caliza de las que somos propietarios bajo la ley mexicana, así como el único puerto de gran calado en la región".
Fuente: Reuters