Los siete principales países mineros de la región planean invertir US$83.000 millones en los próximos cinco años.
La industria de la minería en América Latina sigue el ritmo global: Está creciendo aceleradamente mientras los precios de los bienes básicos como el petróleo, el cobre, el oro o el carbón continúan estableciendo récords en las bolsas de commodities o bienes básicos de Nueva York, Chicago o Londres.
Durante la última feria de minería realizada en Santiago de Chile en abril pasado (Expomin 2008), los empresarios de la minería, los fabricantes de equipos, los analistas y los altos funcionarios de gobiernos latinoamericanos se preguntaban: ¿Hasta cuándo durará este auge de los productos básicos?
La última versión de Expomin en abril pasado en Chile tuvo la asistencia de 53.000 profesionales de la minería de todo el mundo y se estima que se realizaron negocios por cerca de US$1.300 millones, según Fisa, la empresa organizadora de la feria.
Esta pregunta resulta muy relevante para casi toda la región latinoamericana. Por supuesto, los chilenos están especialmente interesados en la respuesta ya que el 22% de su economía depende de la minería y especialmente de las exportaciones del cobre. Pero el sector está cobrando cada vez más importancia en otros países. México tiene planes muy agresivos de inversión en la minería y según su gobierno esperan invertir cerca de US$20.000 millones en los próximos cinco años en la minería del país azteca.
Perú también está apostando con metas ambiciosas. Este país, que ya percibe el 62% de sus exportaciones totales de productos de la minería, tiene un plan de inversiones que se estima en casi US$22.000 millones en los próximos 6 años según lo expresó Felipe Isasi, viceministro de minas de ese país, durante el Congreso de Minería Latinoamericana realizado en el mes de mayo pasado en Miami.
Nadie tiene una respuesta definitiva sobre el futuro de los precios de los bienes básicos (ver artículo de la pagina 30) pero los indicios apuntan a que por ahora el mundo está en la mitad de un período de precios altos de largo plazo porque los fundamentos de ese auge de precios no van a desaparecer muy pronto. Tal es el caso del crecimiento poblacional y de economías en desarrollo muy dinámicas del sudeste asiático que cada vez demandarán más productos básicos para alimentar sus gigantescos aparatos productivos y sus crecientes poblaciones. Es decir, el hecho de que países como China e India cada vez demandarán más recursos, no es algo que cambie a la vuelta de unos pocos años. El mundo tendrá que adaptarse, entonces, a un nuevo escenario.
Una gran apuesta
Por ahora los países están tratando de aprovechar el buen momento y los planes de inversión para los próximos años son muy agresivos. De acuerdo con información recopilada durante Expomin, siete de los principales países mineros de la región (Chile, Peru, Colombia, Argentina, México, Venezuela y Ecuador) esperan recibir inversiones en minería por cerca de US$83.000 millones en los próximos cinco o seis años.
Esta cifra no tiene precedentes en la historia reciente latinoamericana. El monto de inversión es casi igual a la inversión extranjera que recibió toda la región en 2007 en todos los sectores de la economía y que llegó a US$106.000 millones de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina (Cepal). Esta cifra de 2007, además, ha sido la más alta de la historia reciente en la región.