Chile y Argentina miran hacia el futuro

Variables geopolíticas, medioambientales, de gobernanza, así como el aumento en los costos de producción, entre otros, son parte del panorama por el que atravesará la minería latinoamericana en 2023.

Latinoamérica en 2023 transitará un camino difícil, lleno de incertidumbres que impactarán, en mayor o menor medida, en los planes inversionales de la mayoría de los países mineros de la región. Diversos estudios y reportes apuntan que, a pesar de las fluctuaciones globales, América Latina mirará al futuro con optimismo para el desarrollo de su industria.

Algunos de esos factores son, de acuerdo lo señala BNamericas, “la desenfrenada inflación que está obstaculizando el desarrollo de proyectos y elevando los costos en toda la industria minera de Latinoamérica, y las empresas se preparan para un impacto continuo en 2023”.

Otras variables son la invasión rusa en Ucrania, que disparó los precios del gas natural, el diésel y la energía, y las empresas mineras también reportaron una espiral de costos de materiales como equipos, neumáticos, reactivos y acero.

Chile y Argentina

A pesar de todos estos factores, países como Chile y Argentina mantienen el optimismo en 2023. El sector minero argentino cerró divisas por USD 3800 millones en 2022, un 20% más interanual. En 2023, podría triplicar su exportación actual y llegar a los USD 10 000 a USD 12 000 millones, entre proyectos de litio y cobre, de acuerdo con la Cámara Argentina de Empresarios Mineros.

Chile en tanto, y de acuerdo con la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), en 2023 el sector crecerá alrededor de 6%, principalmente, debido al incremento de producción proyectado para Quebrada Blanca, Pelambres y Escondida.

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Proyectos en Argentina

Son varios los proyectos mineros argentinos que están con aprobación ambiental, otros a la espera y en construcción. Destaca el proyecto de litio Cauchari – Olaroz, ubicado en el salar homónimo en la provincia de Jujuy, al noroeste argentino y controlado por la firma china Ganfeng Lithium junto a la estadounidense Lithium Américas - a través de Minera Exar S.A.- cuenta con un gasto de capital estimado de USD 852 millones para la producción de 40 000 toneladas de carbonato de litio (LCE), de calidad/grado de batería.

El proyecto se encuentra en su etapa final de construcción y se prevé producir en 2023. Además, se inició la planificación para una segunda etapa de expansión de al menos 20 000 toneladas por año (20 KTPA) adicionales.

Otro proyecto, Los Azules, de propiedad de McEwen Copper, filial de la canadiense McEwen Mining, se encuentra ubicado en el departamento de Calingasta, a 3600 m s.n.m. sobre la cordillera frontal, a 250 km de la ciudad de San Juan y a 3 km del límite territorial con Chile.

El proyecto se ubica dentro del top 10 de depósitos de cobre sin desarrollar del mundo. Sus recursos actuales se estiman en 10 200 millones de libras con una ley de 0.48% Cu (categoría Indicada) y 19 300 millones de libras adicionales con una ley de 0.33% Cu (categoría Inferida).

La firma contempla una inversión en la provincia USD 35 millones en la temporada de exploración 2022/2023 y planea perforar más de 20 000 metros. Actualmente se encuentran trabajando en el estudio de impacto ambiental que será presentado en abril de 2023.

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Proyectos en Chile

Son varios los proyectos en desarrollo en Chile. Por su envergadura y aporte a la producción, destaca Quebrada Blanca Fase 2 (QB2), uno de los recursos de cobre no desarrollados más grandes del mundo.

La iniciativa incluyó la construcción de una concentradora de 143 000 toneladas por día e instalaciones relacionadas, que están conectadas a un nuevo puerto y planta desalinizadora. El proyecto también contempló un concentraducto y tuberías de agua desalinizada de 165 km de longitud.

Desde Teck explican que “QB2 se encuentra en fase final de construcción, centrando esfuerzos en la finalización y la entrega de los sistemas en apoyo al trabajo de pre-operación y puesta en marcha, para así producir el primer cobre de la línea 1”.

En cuanto a la inversión, la empresa detalla que “QB2 se sitúa entre los USD 7400 millones y USD 7750 millones en función de las hipótesis actuales (tipo de cambio, presión sobre los costos, repercusiones del Covid 19). La primera producción de cobre forma parte del plan de puesta en marcha continua para la finalización mecánica de la Línea 1, a la que seguirá la finalización mecánica de la Línea 2 y la aceleración a lo largo del 2023”.

Otro desarrollo importante es Salares Norte, de propiedad de Gold Fields Limited, emplazado en la comuna de Diego de Almagro, Región de Atacama, que explotará oro y plata mediante una operación minera a rajo abierto.

La iniciativa contempla una producción promedio de 2.8 millones de onzas al año de metal doré (oro - plata), lo que se traduce en 350 000 onzas equivalentes de oro. El procesamiento del mineral se efectuará a través de sistemas de chancado y molienda.

Desde Gold Fields aseveran que “a diciembre del 2022 el proyecto presentaba un 83% de avance y su puesta en marcha está prevista para el primer semestre del 2023”.